Gumersindo Feijoo investigador del Instituto CRETUS fue entrevistado en la Voz de Galicia el pasado 28 de enero con motivo del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2. Gumersindo Feijoo, Maite Moreira y Sara González también miembros de CRETUS y del grupo de Biotecnología Ambiental (Biogroup), tienen una larga trayectoria en el estudio de la huella de carbono. Ellos apuestan por la dieta Atlántica, no solo por su valor nutricional sino también por ser respetuosa con el medio ambiente. Esto es en parte gracias a que se basa en el consumo de alimentos del propio territorio (evitando emisiones por importaciones de larga distancia) y de temporada (evitando el consumo energético en la producción forzada de productos de otras estaciones).
A la hora de calcular el impacto ambiental de un alimento aseguran hay que tener en cuenta muchos factores desde la fase de producción, hasta el envasado y transporte. Por eso no hay que generalizar, sino llevar un estudio minucioso teniendo en cuenta todos los aspectos. Teniendo en cuenta esto, destacan que la producción ecológica no siempre hay que relacionarla con la menos contaminante, si se tiene en cuenta por ejemplo su procedencia y el impacto que supone su transporte.
En cuanto al transporte, el menos contaminante sería el tren seguido de barco o camión. El que más, sin duda, el avión. Gumersindo vuelve a apostar por el producto local destacando que el kiwi gallego tiene el mismo aporte nutricional que el kiwi de Nueva Zelanda, pero es que éste además, no supone la emisión de tanto dióxido de carbono para consumo en la dieta Atlántica.
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