Investigadores del Instituto CRETUS del Departamento de Ciencia de Suelos y Química Agrícola Mª Teresa Barral y Remigio Paradelo (investigador Ramón y Cajal) acaban de publicar un estudio sobre la transferencia de metales pesados ​​a plantas para consumo humano o alimentación animal a partir de compost de fracción orgánica de residuos urbanos.

La aplicación de compost a los suelos tiene numerosos efectos positivos, ya que permite aumentar el contenido de carbono del suelo y mejorar sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Sin embargo, hay aspectos negativos a considerar, en particular la presencia de contaminantes, como metales pesados, de los residuos urbanos, que pueden acumularse en el suelo y transferirse a la cadena alimentaria como resultado del uso de compost. Por esta razón, es necesario investigar la presencia, distribución y formas de metales pesados ​​en el compost y los suelos modificados con compost, así como evaluar la biodisponibilidad de estos contaminantes a través de estudios de transferencia de plantas. Esta es precisamente una de las principales líneas de investigación de la profesora Mª Teresa Barral y Remigio Paradelo.

En su último trabajo (Heavy metal uptake of lettuce and ryegrass from urban waste composts) estudiaron la transferencia de metales pesados ​​del compost a las plantas en un experimento con lechuga y ryegrass italianos, cultivados en sustratos a base de cinco compost de residuos urbanos ricos en metales (Cu, Pb, Cd y Zn), con un vermicompost de estiércol como comparación.

Tras el cultivo de estas dos especies en ambos sustratos en las mismas condiciones, se observó que las concentraciones de metales pesados ​​no exceden el contenido máximo establecido para productos alimenticios en la legislación, incluso cuando la concentración en el compost era alta. Esto indica que el riesgo asociado con la entrada de metales pesados ​​en la cadena alimentaria es muy bajo, especialmente en el caso del plomo, incluso en el caso de utilizar grandes cantidades de compost como enmienda del suelo. Sin embargo, deben tenerse en cuenta factores como el pH, ya que la biodisponibilidad de los metales aumenta con el pH ácido.

Las conclusiones del estudio son de particular importancia en el contexto actual, en el que la intensificación de la urbanización implica una producción cada vez mayor de residuos que deben gestionarse adecuadamente. El compostaje de la fracción orgánica de estos residuos, asociado con el uso de compost producido como enmienda del suelo, contribuye simultáneamente a mejorar la gestión de los residuos urbanos y a combatir la degradación y la pérdida de carbono de los suelos agrícolas.

Área de valorización de residuos de CRETUS

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